Salvador López
Santiago
Opinión
Aunque el concepto de familia ha
evolucionado de forma paralela a las sociedades del mundo, siempre se ha
mantenido como una institución de vital importancia para el Estado, si bien
puede ser analizada desde diversas disciplinas y aristas, es oportuno señalar
que en el artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos se define
como un “elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado”.
Según cifras del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía, 9 de cada 10 hogares mexicanos son del
tipo familiar, asimismo, de acuerdo al último Censo de Población y Vivienda
elaborado por el propio INEGI, en México habitan 112 millones 336 mil 538
personas viviendo en 28 millones 696 mil 180 hogares. Bajo este contexto es
fundamental generar consciencia acerca de la trascendencia que tiene en las
sociedades del mundo, incluida la mexicana.
Cabe mencionar que los fines e
integración de las familias se han ampliado, pasando de limitarse a la procreación y supervivencia de la
especie humana, a constituirse como la institución encargada de atender todas
aquellas necesidades de orden material, espiritual y social que el hombre
tiene. Asimismo, se ha fortalecido el pleno respeto a los derechos humanos de
sus integrantes, por ello sigue siendo una institución trascendental en el
derecho nacional e internacional.
La importancia de la familia estriba en que además de
ser el primer grupo social en el que convivimos, es ahí en donde se adquieren
los hábitos, los valores y las virtudes que nos definen como individuos. Es en
el seno familiar en donde se comienza la formación de buenos ciudadanos, de ahí
la importancia que tiene en la prevención de conductas antisociales, ausencia
de civilidad, discriminación, intolerancia, homofobia e incluso de la
delincuencia.
Asimismo, diversos autores y
especialistas en la materia coinciden en que la familia cuenta con vínculos
vitales e imprescindibles para la sociedad que lejos de encerrarse en sí misma,
se abre a las demás familias y a la sociedad, asumiendo con ello su función
social, lo cual contribuye al fortalecimiento del tejido social y el desarrollo
de nuestras niñas, niños y jóvenes.
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@sls1103.
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