miércoles, 24 de febrero de 2016

México Siempre Fiel

El papado del padre Francisco, está marcado por su cercanía y testimonio del drama que viven los migrantes; la violencia a la que son sujetos los indígenas o pueblos originarios; y las injusticias consecuencias de guerras, pandemias y conflictos políticos entre las naciones.


Particularmente lo considero un pontífice reformador, mediador, pacifista y conciliador, con un lenguaje directo y reflexivo, impulsor de la justicia social, alejado de una imagen tradicional. Muchos analistas sostienen que por estas características fue elegido, debido a que la Iglesia Católica ante el alejamiento de fieles necesitaba un aire fresco, en el que reconocieran e identificaran en el obispo de Roma una nueva esperanza para la salvación de la humanidad.


El jesuita argentino, de quien su sola elección ya anticipaba cambios, visitó nuestro país, dejando diversos impactos, entre ellos los económicos, los cuales fueron mayores a los dos mil 500 millones de pesos. Sólo en la ciudad de México, estas regalías superaron los de 820 millones de pesos de acuerdo con la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas, lo cual se tradujo en el consumo de alimentos y rentas de diferentes servicios como cuartos de hotel.


Como politólogo, me parece que la visita del Jefe del Estado Vaticano, representó una oportunidad para construir una colaboración más estrecha y coordinada que se refleje en la solución de problemáticas comunes y en la instrumentación de nuevas formas para dinamizar el intercambio comercial entre naciones, potencializar la cooperación científico-tecnológica y el intercambio cultural, con proyectos estratégicos en materias de salud, turismo, tecnología, medio ambiente y religión.


Me parece lógico el bajo perfil que tuvo frente a los casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero de la Iglesia católica como sacerdotes y obispos; el número de embarazos dentro de las casas de retiro y el lavado de dinero a través de iglesias comunitarias.


Como creyente, siempre un mensaje de paz y reconciliación es oportuno, más en contextos de alta vulnerabilidad, desigualdad, pobreza, marginación e inseguridad, en el que la violación de los derechos humanos, la falta de empleo y la carencia de servicios públicos ha dado como resultado la pérdida del tejido social.


En este contexto, ha sido coherente su discurso y forma de vida, debido a que ha dejado de manifiesto que los lujos y excentricidades no son necesarias para acercarse al creador, la frase “los sacerdotes tienen que ser pastores con olor a oveja, y no gestores” sintetiza su júbilo renovador y revolucionario.


Como egresado de una Universidad Jesuita, considero que el papado de Francisco es una oportunidad para realizar una fuerte crítica a nuestra realidad social, hasta tambalear a las estructuras sociales y desbancar a los que por años nos han tachado de comunistas. Asimismo, es un área de oportunidad para incorporar a la juventud como agente de cambio y transformación para mejorar las condiciones de vida de los sectores vulnerables de la sociedad.


La visita del papa a México, tuvo como común denominador un discurso esperanzador en el que denunció abiertamente las injusticias del sistema económico como la pobreza, marginación y exclusión social, fue cuidadoso al seleccionar los lugares a visitar y los temas a discernir, siempre en sintonía con su visión muy particular de la misión de la iglesia y su acercamiento y encuentro con la gente.


Papa Francisco, usted tiene un lugar en el corazón de millones de personas que lo quieren y respetan por su sencillez, bondad y calidez, y muchos colaboradores que queremos un mundo mejor, más justo, humano y solidario.



México Siempre Fiel

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