sábado, 18 de febrero de 2017

NIÑO SIN AMOR

hotel casa blanca-lacarreta_informa


Antes de conocer la agrupación viví situaciones muy difíciles que me causaron mucha tristeza y malestar. Una de tantas y a decir verdad no sé si la que más me afecto, fue la separación de mis padres.


Cuando este hecho sucedió, era muy niño y de repente me vi desamparado porque mis padres se fueron cada quien por su lado y mi hermana y yo que éramos los más pequeños de todos mis hermanos nos quedamos con mis abuelos. Fue algo que jamás espere. La abuela quién nos crío y asumió el papel de madre cosa que a mí no me gusto porque no le podía decir mamá.


A pesar de ello, nunca le dije nada a nadie de lo que yo realmente sentía. Me trague durante mucho tiempo el coraje y la desilusión de sentirme huérfano, sin el amor de mi madre y la seguridad de mi padre. Me sentía muy inferior ante mis compañeritos en la escuela.


Al paso del tiempo me convertí en un adolescente muy enfermizo. Sentía muchas nauseas por las mañanas. Me enfermaba continuamente de tos y gripas; además de esa sensación de opresión en el pecho, lo que me daba mucho miedo, llegando a pensar que quizá estaba enfermo del corazón y lo que más me preocupaba fue que por esta razón yo pudiera dejar de jugar Futbol y eso si me desanimaba.


Ante el miedo que me fuera a dar un paro cardiaco o el solo hecho de sentir esa sensación de opresión en el pecho que no me dejaba en ningún momento, tuve que recurrir a médicos generales primero y ante la poca mejoría de los malestares que sentí, tuve que asistir a especialistas que siempre me hablaron con la verdad y me dijeron que era muy nervioso y que lo único que tenía era causado por mi manera de ser.


Llegue a la agrupación por unos familiares que ya asistían, como vi que ellos se sentían bien viniendo al grupo pues me dio curiosidad y quise saber porque. Una vez ya en el “Movimiento Buena Voluntad 24 horas de Neuróticos Anónimos”, me di perfecta cuenta que no solo yo sentía esas cosas, sino que muchos otros más, sentían lo mismo que yo.


Desde ese día no dejo de asistir a mi terapia, donde a pesar de que yo comento mi manera de ser, nadie me crítica, al contrario me escuchan y me sugieren como debo conducir mi vida y los problemas que tengo. Además desde ese día deje de enfermarme y me siento una persona con mucho ánimo y con proyectos para una mejor calidad de vida.



NIÑO SIN AMOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario